No nací con el don de la puntualidad, pero excusas aparte, el sistema de transporte de Bogotá tampoco es que ayude. Por suerte la señora a la que le iba llegando 20 minutos tarde esta mañana llegó 5 después de mi.
La gente tiene la percepción dormida o simplemente se cansó de pelear. Esta ciudad me parece cada vez mas fea, desordenada, peligrosa, pobre, sin personalidad y antipática.
Yo sigo en mi trabajo de paso, estancado y con curiosidad de lo que va a ser mi vida cuando viva solo. Vamos a ver que pasa, pero la idea por lo pronto me emociona. Seguro me va a hacer bien.
En via de desarrollo
jueves, 10 de abril de 2008
Publicado por Mondragonmerino en 20:28
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